20 de octubre de 2008

Melancolía: las mejores canciones para llorar

El título del blog de hoy poco va con mis sentimientos verdaderos. Decidí que así se tendría que llamar la primera entrada de mi primer blog en honor a un CD que encontré por ahí perdido entre los montones de cosas sin ordenar en mi zona de estudio. Porque sí, siempre que empiezo una fase de limpieza... llega un punto en el cual me quedo estancado y todo lo que no sé donde colocar se queda en un montoncito. En el hay flyers, chapas (estas deberían ir al baúl de los recuerdos, son tan 2007), tickets de compras y cenas... Pues bien, ahí encontré un disco hecho por mi en el 2006 con el siguiente título: "Melancolía: las mejores canciones para llorar". Sí, yo aun no sé porque hacemos este tipo de cosas las personas, quizás cuando continúe este blog a lo largo de los futuros meses sea capaz de daros una explicación. En este disco había unas joyitas bastante increíbles: Christina Aguilera, Antonio Orozco, Álex Ubago... no me extraña que el subtítulo fuese "las mejores canciones para llorar". Me lo he metido en el coche y así he amenizado la vuelta desde la universidad a mis adoradas Paloma y María.


El sábado pasado quedé a cenar con mi amigo Edu Lozano (autor del ya extinto blog de sus experiencias durante un par de meses en Pekin). El tío, que no le faltan cojones, se fue a conocer China durante el verano, y allí vivió unas experiencias bastante curiosas de leer en el blog. Quedamos en Plaza España y allí volví a disfrutar de una actividad que me encanta: observar a todos los emos que se reúnen siempre en la esquina del Starbucks de Gran Vía con Plaza de España. Son una tribu urbana de la que soy tremendamente fan y de la que espero que próximamente me explique más mi adorada Belén, emo madrileña con pelo rosa. Dicen que son una de las tribus urbanas más sexuales del mundo. Yo ya dije desde Septiembre, que tener un amigo emo es el must de la temporada, y qué decir ya si consigues echártelo de novio.


Pues mi amigo Edu y yo decidimos, más que nada por rapidez y comodidad, acudir a nuestro querido Gino's de Callao. Allí, cenamos como verdaderos cerdos (al fin y al cabo, minutos después íbamos de botellón, ese gran amigo del joven del siglo XXI) entre parejas. Parejas de todo tipo. Pero parejas. Yo hasta ahora pensaba que el Gino's era el restaurante de las parejas los domingos. Personalmente, soy incapaz de ir al Gino's un domingo, me pudro del asco (a la par que la envidia). Los domingos hay que ir a VIPS que es el restaurante de los amigos, y donde la comida cada día es más monótona; pero ya sabéis, más vale malo conocido que bueno por conocer.


Tras la copiosa cena, nos arrastramos hasta la calle Barbieri, el centro neurálgico de Chueca entre las 23 y las 2 de la mañana de cualquier fin de semana. Allí se juntan modernas, pokeras, mariliendres, musculocas, gafapastas y el tipo de gay al que más cariño tengo: el gay de Longplay. Lo bueno de esta calle, como sabréis todos los que la pisáis a menudo, es que no te hace falta quedar con nadie: allí acaba apareciendo todo el mundo. Así ocurre, que últimamente hay que pedir la vez para conseguir un buen sitio en esa calle, la verdadera milla de oro del mariconismo patrio.


Bebimos una noche más como si se fuera acabar el mundo. Guiomar (conocida popularmente como Miss Burgos) y Sandra trajeron dos botellas de mojito preparado que sabían a rayos. Corriendo acudimos una noche más a Elástico, aunque esta noche era especial y se suponía importante porque era el II Aniversario. Mucha gente se encarga continuamente de difamar, criticar y vilipendiar la figura del Elástico (si, todos esos que luego están allí sábado tras sábado). Pero pensadlo en frío: parte de vuestras amistades y enemistades, de vuestros contactos en tuenti (el cáncer del siglo XXI) y de vuestras ETS son gracias a esa sala. Cuatro de las cosas más importante que debe tener cualquier persona con inquietudes sociales. Sinceramente, no recuerdo demasiado la música, porque a las 2:30 escapamos del concierto de The Duloks a casa de Josito Ramírez y no volvimos a bajar a Elástico hasta las 4:30. Los "durante" son un concepto evolucionado del after y el pre que no conocía, y me pareció de lo más interesante.

6 comentarios:

Eduardo Lozano dijo...

a mi los emos me parecen adolescentes a la enesima potecia. con sus tendencias suicidas y su melancolia perpetua.

encantado de aparecer en la primera entrega. deseoso de reaparece con la segunda cena.

tomas andres mellado

Ely dijo...

Y digo yo... un emo consume mucho? hay que hacerle seguro y quitarse el carnet de manipulador? Yo ahora tengo un hamster, pero si tú dices que hay que tener un emo... me apunto¡

Yolanda Pascual Franquet dijo...

jjajajaj amistades enemistades tuenti y ets, si no hay cosechadominimo 3 de esas cuatro cosas,no has vivido en madrid! jajajaja

Cruela DeVal dijo...

Me gustó el paseo por Madrid.... a mí me dan pena los emos esas mechas delante del ojos le harán bizcos de mayor...
Definitivamente Alex Ubago es para llorar en persona más...
Volveré
Besos

Maca dijo...

ooootro blog?

Anónimo dijo...

good, i just added many some other new emo backgrounds at my blog
http://www.emo-backgrounds.info