Llevo varios días intentando actualizar este blog con dos temas que considero interesantes, pero es hoy, el día que finalmente he entregado un proyecto individual que me ha robado mucho tiempo del último mes, el que aprovecharé para hablar, en relación a ésto, del esfuerzo y del trabajo, y de los medios de comunicación.
Hace dos semanas tuve la suerte de conocer, de manos de mi amigo Manuel Carcelén, presentador de éxito en Canal Sur (y que ya tiene blog propio), a Rocío Domínguez, una sevillana muy talentosa y cuya forma de hablar y pensar sobre el mundo del periodismo, las oportunidades y la mierda que se mueve en él me dejó completamente obnivulado.
Manuel y Rocío compartieron las labores de presentación de un programa de call-show para una cadena nacional. Un programa de call-show es el típico programita de las dos de la mañana que todos consideramos amañadisimo, pero que tiene una producción y una planificación psicológica detrás que dejarían impresionados al mismo Pentágono. Realmente, llegó un momento en que ambos tuvieron que dejar sus labores en este programa y volvieron a España (la mayoría de estos programas se graban en el país que dispone de la patente). Manuel consiguió su puesto actual en Canal Sur. Y Rocío, está pendiente de encontrar su hueco en algún medio de comunicación. Os puedo asegurar que tras observarla un par de días, está chica tiene más talento, simpatía y espontaneidad que mucha de la gente que vemos sentada en los platós de televisión.
¿Cuál es la problemática de todo ésto? Muchos de los que están ahí han llegado por caminos poco relacionados con la formación y el esfuerzo -al menos intelectual- a través de realities, relaciones amorosas, oportunidades de fama o ser familiares de alguien. Seguramente solo aportan su presencia y un par de contactos. Nos cansamos de ver muchas veces a periodistas que están en un programa porque únicamente son amigos de 2 famosos interesantes para el papel couché y solo puede hablar de esos 2, porque fuera de esos temas, están desinformados. En la otra cara de la moneda, encontramos periodistas más serios, centrados en la política, la actualidad social y el debate de temas de interés popular. ¿Os habeis fijado alguna vez en la edad de estos periodistas?. Pocos bajan de los 50 años. Parece requisito fundamental, que para tener una opinión creíble y respetable, peines canas. Además, según me comentaba Rocío, por ejemplo, en la prensa escrita, si no eres un escritor de la ostia merecedor de una columna, si no más bien un currito con tu contrato de 40 horas semanales, es posible que cobres entre 800 y 900 euros. Como sueldo no está nada mal. Sobre todo en los tiempos que corren, muchos llorarían de alegría con ese sueldo. Pero no hemos de olvidar que periodistas, comunicadores y publicistas son señores licenciados que muchas veces, tras 5 años de experiencia, siguen cobrando esos míseros sueldos, echando muchas horas al día para terminar su trabajo. En comparación con otros puestos de licenciados, el sueldo se queda pequeño.
Quizás peque de defensor de los comunicadores. Porque al fin y al cabo, para eso es para lo que me estoy formando, y si no nos defendemos nosotros, quien nos va a defender. Pero desde luego, es vergonzoso que una chica como Rocío, con sus 25 años, con una presencia física impresionante y con una forma de desenvolverse en público que sorprende, se encuentre sin trabajo mientras tenemos que tragarnos todos los días en las pantallas a Belenes Esteban, Rosarios Mohedanos y triunfitos varios. Se podría decir, que en este caso, el esfuerzo y el trabajo no está en proporción con el resultado.
En el punto contrario, encontramos el otro tema del que os quería hablar, donde el esfuerzo y el trabajo si tienen un resultado justo. Tuve la suerte de acudir, hace unos días, al concierto de la cantautora Vega, salida de Operación Triunfo y con un nuevo disco en el mercado, Metamorfosis. Una chica que ha luchado contra el sistema que le rodeaba al salir de la Academia, contra las cosas que le eran impuestas y contra la gente que ha querido hacer las cosas rápido y mal. Una chica a la que le gusta trabajar sin prisa pero sin pausa, con cada cosa a su tiempo, y que pese a que su anterior disco no tuvo demasiado éxito, ha conseguido que éste este sonando en muchas radios y que la gente esté interesándose por su carrera. A fuerza de trabajar como ella cree que es mejor, con una materia prima excelente (increíble letrista, como podemos comprobar en Nueva York o A Salvo), nos presentó un directo impecable donde en todo momento fue muy agradecida y cercana con las cerca de 2o0 personas que estaban en la sala. Ha ido construyendo poco a poco su carrera como ha querido, y habrá sufrido más o menos, pero a la vista está que está consiguiendo sus resultados. El talento y savoir faire no está reñido con el éxito.
Hace dos semanas tuve la suerte de conocer, de manos de mi amigo Manuel Carcelén, presentador de éxito en Canal Sur (y que ya tiene blog propio), a Rocío Domínguez, una sevillana muy talentosa y cuya forma de hablar y pensar sobre el mundo del periodismo, las oportunidades y la mierda que se mueve en él me dejó completamente obnivulado.
Manuel y Rocío compartieron las labores de presentación de un programa de call-show para una cadena nacional. Un programa de call-show es el típico programita de las dos de la mañana que todos consideramos amañadisimo, pero que tiene una producción y una planificación psicológica detrás que dejarían impresionados al mismo Pentágono. Realmente, llegó un momento en que ambos tuvieron que dejar sus labores en este programa y volvieron a España (la mayoría de estos programas se graban en el país que dispone de la patente). Manuel consiguió su puesto actual en Canal Sur. Y Rocío, está pendiente de encontrar su hueco en algún medio de comunicación. Os puedo asegurar que tras observarla un par de días, está chica tiene más talento, simpatía y espontaneidad que mucha de la gente que vemos sentada en los platós de televisión.
¿Cuál es la problemática de todo ésto? Muchos de los que están ahí han llegado por caminos poco relacionados con la formación y el esfuerzo -al menos intelectual- a través de realities, relaciones amorosas, oportunidades de fama o ser familiares de alguien. Seguramente solo aportan su presencia y un par de contactos. Nos cansamos de ver muchas veces a periodistas que están en un programa porque únicamente son amigos de 2 famosos interesantes para el papel couché y solo puede hablar de esos 2, porque fuera de esos temas, están desinformados. En la otra cara de la moneda, encontramos periodistas más serios, centrados en la política, la actualidad social y el debate de temas de interés popular. ¿Os habeis fijado alguna vez en la edad de estos periodistas?. Pocos bajan de los 50 años. Parece requisito fundamental, que para tener una opinión creíble y respetable, peines canas. Además, según me comentaba Rocío, por ejemplo, en la prensa escrita, si no eres un escritor de la ostia merecedor de una columna, si no más bien un currito con tu contrato de 40 horas semanales, es posible que cobres entre 800 y 900 euros. Como sueldo no está nada mal. Sobre todo en los tiempos que corren, muchos llorarían de alegría con ese sueldo. Pero no hemos de olvidar que periodistas, comunicadores y publicistas son señores licenciados que muchas veces, tras 5 años de experiencia, siguen cobrando esos míseros sueldos, echando muchas horas al día para terminar su trabajo. En comparación con otros puestos de licenciados, el sueldo se queda pequeño.
Quizás peque de defensor de los comunicadores. Porque al fin y al cabo, para eso es para lo que me estoy formando, y si no nos defendemos nosotros, quien nos va a defender. Pero desde luego, es vergonzoso que una chica como Rocío, con sus 25 años, con una presencia física impresionante y con una forma de desenvolverse en público que sorprende, se encuentre sin trabajo mientras tenemos que tragarnos todos los días en las pantallas a Belenes Esteban, Rosarios Mohedanos y triunfitos varios. Se podría decir, que en este caso, el esfuerzo y el trabajo no está en proporción con el resultado.
En el punto contrario, encontramos el otro tema del que os quería hablar, donde el esfuerzo y el trabajo si tienen un resultado justo. Tuve la suerte de acudir, hace unos días, al concierto de la cantautora Vega, salida de Operación Triunfo y con un nuevo disco en el mercado, Metamorfosis. Una chica que ha luchado contra el sistema que le rodeaba al salir de la Academia, contra las cosas que le eran impuestas y contra la gente que ha querido hacer las cosas rápido y mal. Una chica a la que le gusta trabajar sin prisa pero sin pausa, con cada cosa a su tiempo, y que pese a que su anterior disco no tuvo demasiado éxito, ha conseguido que éste este sonando en muchas radios y que la gente esté interesándose por su carrera. A fuerza de trabajar como ella cree que es mejor, con una materia prima excelente (increíble letrista, como podemos comprobar en Nueva York o A Salvo), nos presentó un directo impecable donde en todo momento fue muy agradecida y cercana con las cerca de 2o0 personas que estaban en la sala. Ha ido construyendo poco a poco su carrera como ha querido, y habrá sufrido más o menos, pero a la vista está que está consiguiendo sus resultados. El talento y savoir faire no está reñido con el éxito.
